De la yerba mate al cultivo de peces: la familia Gerula reinventa la tradición
La empresa de la familia Gerula, comenzó en 1978 con la producción de yerba mate, y ha diversificado su actividad hacia la piscicultura con el emprendimiento Cultivo Dorado. Este proyecto se inició para aprovechar terrenos no aptos para la producción de yerba mate, desarrollando la cría de peces de agua dulce como surubí, dorado y salmón de río.

La aventura comienza en el año 1900, cuando en una de las corrientes migratorias que arribaron a nuestro país, llegaron los primeros miembros de la familia, quienes se radicaron en la Colonia de San José (Misiones). Años más tarde, Don Miguel Gerula, abuelo del actual presidente de la empresa, forma su familia con Doña Catalina Karaben. Ávido de progreso en esa nueva tierra, implantan las primeras hectáreas de yerba mate y construyen su hogar en el lugar donde hoy está la planta elaboradora y envasadora de Yerba Mate.
Diversificación en piscicultura
En diálogo con El Campo Hoy, Oscar Gerula, hoy titular de la empresa, explica que «hicimos la prueba a ver si se iban a criar alevinos de distintas especies» y destaca que, tras obtener permisos de Flora y Fauna, comenzaron con la captura de reproductores del río. «Hoy en día contamos con nuestro propio frigorífico, que es un eslabón más de esta empresa familiar», agrega.
La producción ha crecido significativamente, y Gerula menciona que «apuntamos a salir primero a nuestra provincia, y a medida que fuimos aumentando nuestra producción, fuimos aumentando los clientes». Actualmente, la empresa abastece a diversas cadenas en Buenos Aires y se prepara para exportar a Brasil.
Las raíces, más firmes que nunca
Respecto a la producción de yerba mate, Oscar expresa que «las perspectivas no son muy alentadoras», pero subraya la necesidad de «buscarle la vuelta» para mantener este producto regional. Además, menciona que «necesitaríamos un mejor apoyo de la parte gubernamental», en especial en materia crediticia, para poder desarrollar la producción.

Gerula también menciona la importancia de la tecnificación en la producción, señalando que «hay que apuntar también al tema de los drones para hacer fertilizaciones». En cuanto a la clave del éxito de la empresa familiar, Oscar concluye que «la clave fue el amor a la producción, el amor a la familia, el amor a la empresa, el amor a la marca».

Con una mirada al futuro, el legado familiar se asegura con la incorporación de la próxima generación, «ya viene la quinta generación en camino», finaliza Oscar con una sonrisa.
