A 437 años de la fundación de Corrientes: ¿existen reliquias de aquellos tiempos?
Un trozo de madera en un museo a cientos de kilómetros podría confirmar la hipótesis, pero hasta el momento se encuentra en una disyuntiva entre mito y realidad.
Corrientes celebró el pasado jueves 3 de abril sus 437 años de historia, conmemorando su fundación en 1588 por el adelantado Juan de Torres de Vera y Aragón. Entre homenajes, recuerdos y relatos que reviven sus orígenes a orillas del Paraná, una pregunta sigue vigente: ¿existen hoy reliquias materiales que hayan sobrevivido desde aquel primer asentamiento?.
Aunque Corrientes es una de las ciudades más antiguas del país, sorprende saber que no hay pruebas arqueológicas confirmadas de su fundación. Miguel Fernando González Azcoaga, historiador y director del Museo Histórico de la provincia, lo explica con claridad a El Litoral: “En el Museo Histórico no hay nada concreto de la fundación. Lo que se halló en 1928, durante las excavaciones para levantar el Monumento a Carlos María de Alvear, desapareció”.
Aquel hallazgo, que incluyó restos óseos, puntas de flechas y armas, fue registrado por las crónicas de la época. Sin embargo, con el paso del tiempo, su rastro se perdió. Una de las principales sospechas es que la doctora Ana Biró de Stern, reconocida arqueóloga que trabajó en Corrientes, podría haber trasladado esos restos a algún museo nacional, pero nunca se pudo comprobar.
“Esa pieza nunca fue sometida a estudios científicos como el carbono 14. Si se hiciera, podríamos saber si Fray Alegre tenía razón o si, como sostenía el historiador Manuel Francisco Mantilla, se trata de un mito más”, indicó González Azcoaga, quien pidió formalmente su repatriación.
Estas placas hacen referencia al milagro de la cruz y a los 28 soldados que acompañaron al adelantado Vera y Aragón en la fundación. Si bien no datan del siglo XVI, tienen un valor simbólico enorme como testimonio del culto fundacional en la ciudad.
Así, Corrientes se encuentra en una disyuntiva entre mito y realidad. La ciencia podría aportar certezas, pero mientras tanto, la historia sigue suspendida entre documentos, relatos y una reliquia olvidada en un museo a cientos de kilómetros.
