Desde el Gobierno negaron que la reforma laboral busque una jornada de 12 horas

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El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, desmintió que el Gobierno nacional tenga entre sus planes elevar la jornada laboral a 12 horas, luego de que trascendiera un proyecto de ley que generó polémica en los últimos días. El funcionario calificó la versión como «parte de una campaña» contra el oficialismo y reiteró que la reforma laboral que analiza el Ejecutivo busca actualizar convenios y promover el empleo formal, no precarizarlo. 

«Hay una campaña sobre esto que no tiene ningún asidero. Eso de 12 o 13 horas la jornada laboral es una locura, es una forma de petardear una propuesta de reforma que, por supuesto, no contiene nada de eso», sostuvo Francos en declaraciones a radio Rivadavia.

La aclaración llega en medio del debate interno sobre la reforma laboral que el Gobierno pretende impulsar en el Congreso, tras la nueva configuración legislativa. Según confirmaron fuentes oficiales, la iniciativa será discutida con la Unión Industrial Argentina (UIA), la CGT, gobernadores y legisladores, con el objetivo de alcanzar consensos en torno a los principales ejes del proyecto.

El revuelo se originó a partir del texto presentado por la diputada libertaria Romina Diez, que plantea incorporar modificaciones al artículo 197 bis de la Ley de Contrato de Trabajo (N° 20.744). Allí se menciona la posibilidad de que las convenciones colectivas establezcan «regímenes que se adecuen a los cambios en las modalidades de producción», siempre respetando un mínimo de 12 horas de descanso entre jornada y jornada.

A partir de esa referencia, distintos sectores interpretaron que la reforma podría habilitar jornadas de hasta 12 horas, lo que generó críticas de la oposición y de sindicatos. Sin embargo, Francos y el asesor presidencial Federico Sturzenegger salieron rápidamente a desmentirlo.

«Lo de aumentar las horas [de trabajo] es un disparate. Nunca en las discusiones lo escuché siquiera. No sé de dónde salió, nunca lo vi ni lo oí», afirmó Sturzenegger en una entrevista radial.

Asimismo, Francos insistió en que el propósito de la reforma es ordenar las relaciones laborales y favorecer la inversión privada, no recortar conquistas laborales. «No hay que petardear una posibilidad de reforma generando mitos y creencias de que se hace para quitar derechos al trabajador. En absoluto. Se hace para ordenar la relación de trabajo y darle posibilidad a los empresarios para que inviertan y creen nuevos empleos», explicó.

El jefe de Gabinete también planteó la necesidad de modernizar los convenios colectivos, muchos de los cuales «tienen más de 50 años» y ya no se adaptan a las transformaciones del mercado laboral.

«La relación de trabajo cambió totalmente. Se pretende ir a un sistema que permita decisiones más flexibles, acordadas en el nivel más bajo posible, que actualicen las reglas laborales de lo más bajo a lo más alto», agregó.

De este modo, el Gobierno busca bajar la tensión política en torno a la reforma y preparar el terreno para una negociación con los distintos actores del sector productivo y sindical. «Se trata de modernizar el trabajo, no de alargar las jornadas ni de quitar derechos. Queremos generar empleo y previsibilidad», concluyó Francos.