Las sillas plásticas de jardín rotas no las tires, tenés un tesoro en casa: la forma de aprovecharlas
Cuando una silla de plástico se desgasta por estar siempre bajo el sol o por los años, suele terminar en la basura. Con un poco de ingenio es posible darle una segunda vida sin gastar dinero. Algunas partes pueden convertirse en objetos funcionales y útiles para el hogar o el jardín. Solo debés cortar las sillas y reutilizar sus partes.
Transformá las sillas de plástico rotas en un estante organizador
Una de las ideas más ingeniosas es convertir el respaldo de la silla en una estantería vertical para tus útiles o un soporte colgante de jardín.
- Para hacerlo solo necesitás cortar la parte del respaldo con una sierra manual o una herramienta multifunción.
- Lijá los bordes para evitar cortes.
- Fijala a la pared con tornillos o sujetadores plásticos.
Otras formas de darle uso a las partes rotas de la silla
- Si el respaldo está dañado pero las patas siguen firmes pueden convertirse en soportes para mesas bajas o bancos improvisados. Cortalos a la altura deseada y asegurá una superficie superior de madera o plástico reciclado.
- También se pueden usar como patas para macetas elevadas o estructuras móviles con ruedas.
- El asiento, podés reutilizarlo como base para asientos de juegos infantiles, hamacas de patio o incluso como bandeja para herramientas si se perforan agujeros adecuados.
El plástico de las sillas es flexible pero resistente, por lo que se adapta bien a múltiples usos sin quebrarse con facilidad. Solo deberás supervisar el estado del material antes de reutilizarlo.
Estas opciones no solo alargan la vida útil de un objeto que parecía inútil sino que además genera un consumo más consciente. En tiempos donde reducir, reutilizar y reciclar se vuelve urgente, estas pequeñas acciones marcan una diferencia.



