«Ante una denuncia, hoy el empresario es culpable hasta demostrar lo contrario»
El secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Alfredo González, advirtió sobre la urgencia de una discusión integral del sistema laboral argentino, con el objetivo de modernizar las relaciones de trabajo, ofrecer mayor previsibilidad a quienes invierten y, al mismo tiempo, preservar los derechos adquiridos por los trabajadores.
«Se necesita un debate serio y firme sobre esto, porque los mismos sindicatos se están dando cuenta de que tienen cada vez menos afiliados», sostuvo el dirigente chaqueño . Para González, el mundo del trabajo cambió de forma estructural y las normas vigentes no dan respuesta a las nuevas realidades laborales, como la economía digital o los servicios por plataformas.
«Hay miles de trabajadores que hoy no están enrolados en ningún convenio colectivo. No son empleados de comercio, no son transportistas, no son industriales. ¿Qué son? Ese es el gran dilema a nivel internacional», señaló, recordando que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) tiene en agenda precisamente la incorporación de los llamados trabajadores de plataforma al sistema formal de derechos y obligaciones.
DESALIENTA LA INVERSIÓN
El dirigente advirtió que la actual estructura de leyes laborales genera un alto nivel de incertidumbre jurídica para el empresario, en especial para las pequeñas y medianas empresas. «Hoy, cuando uno invierte como responsable inscripto, pone en juego su vida, su familia, su casa, su auto, su perro, todo», graficó.
González explicó que la razón de esa percepción de riesgo es que la legislación actual parte de la presunción de culpabilidad del empleador ante cualquier reclamo laboral. «Hoy el empresario es culpable hasta que demuestre lo contrario. Esa inseguridad hace que muchos prefieran no crecer o no tomar más empleados, aun cuando podrían hacerlo», sostuvo.
En ese sentido, reclamó un marco de reglas que promueva la inversión y la generación de empleo formal, sin que ello implique «ningún retroceso en los derechos conquistados por los trabajadores». «Nadie está planteando quitar derechos. Lo que se busca es generar nuevas condiciones para los nuevos trabajadores, para que todos puedan estar dentro de un sistema claro, moderno y sustentable», subrayó.
González sostuvo que el movimiento sindical también enfrenta un desafío de representación, porque las nuevas formas de trabajo escapan a los esquemas tradicionales. «Los sindicatos están viendo que cada vez tienen menos afiliados, porque hay sectores completos que quedaron fuera de los convenios. Y eso no es culpa de nadie: es una transformación global del empleo», remarcó.
Por eso, insistió en que el camino es abrir una mesa de diálogo tripartita, donde confluyan el Estado, los empresarios y los trabajadores. «Hace falta responsabilidad de todos los sectores, porque si no, esto se va a la deriva. El objetivo es encontrar un punto de equilibrio: que el empresario tenga seguridad jurídica y que el trabajador mantenga sus derechos y conquiste nuevos», afirmó.
