Internaron de urgencia al exgobernador tucumano José Alperovich
El episodio ocurrió durante el fin de semana, apenas días después de que el dirigente celebrara su casamiento, y reactivó cuestionamientos sobre el cumplimiento de los protocolos judiciales que rigen sus movimientos.
Según fuentes cercanas, el malestar comenzó el jueves por la noche, luego de un festejo íntimo en su departamento de Puerto Madero, donde cumple el arresto domiciliario. Allegados relataron que Alperovich sufrió un dolor abdominal creciente que «se volvió difícil de manejar» y que obligó a dar aviso a un servicio médico privado. Las primeras versiones señalaron que el cuadro «era compatible con apendicitis», aunque no hubo un diagnóstico oficial difundido por el Hospital Italiano ni por su defensa.
El traslado se concretó entre el viernes y el sábado, y la intervención quirúrgica finalmente se realizó el domingo por indicación del equipo médico, una vez constatada la gravedad del cuadro. Durante la internación, Marianela Mirra, su pareja, permaneció en el hospital y fue vista en los pasillos aguardando noticias sobre la evolución del exmandatario.
Más allá del estado de salud, el episodio abrió una polémica judicial. De acuerdo con las normas que regulan su prisión domiciliaria, todo movimiento —incluyendo internaciones, estudios médicos o traslados programados— debe notificarse de inmediato al juzgado responsable. Sin embargo, trascendió que la comunicación oficial «no se habría realizado en tiempo real», lo que generó malestar entre quienes siguen el expediente y encendió alertas sobre el cumplimiento estricto de las medidas de control.
A esto se sumó otra controversia: la elección del Hospital Italiano. En distintos programas televisivos se mencionó que Alperovich habría optado por ese centro de salud por mantener una relación personal con uno de los directivos, lo que despertó críticas debido a que cualquier traslado bajo custodia debe estar estrictamente justificado y autorizado. Aunque no existe confirmación sobre ese vínculo, el dato alimentó las suspicacias sobre el manejo del procedimiento.
Por ahora, la información disponible se limita a versiones cercanas al entorno del exgobernador, que hablan de una afección abdominal aguda que podría corresponder a apendicitis u otra patología intestinal. La evolución médica permanece reservada y no hubo parte oficial emitido por los abogados defensores ni por el juzgado, que deberá evaluar ahora si el traslado y la internación respetaron las condiciones de su detención domiciliaria.
